Esp: En enero, mejor roble que castaño
Roberto Regal es un tipo especial en el mundo del vino y quizá más aún en el micromundo del vino gallego. Enólogo, colleiteiro, empresario y creador incansable, rara avis en la ribeira sacra y hombre xeitoso (curioso, mañoso en gallego) y honesto en su ancestral oficio. No en vano su abuela ya fue la primera valiente en etiquetar un vino ecológico en la Ribeira Sacra, que fue también el primer vino con ese marchamo en toda la viticultura gallega. Su amor por Galicia y más concretamente por su hermosa comarca, la ribeira sacra alta, le hizo apostar desde el primer minuto por un cultivo sostenible y biodinámico, por salvaguardar la tierra de sus ancestros y las variedades autóctonas de la uva, y por aprender de sus mayores los secretos de esta cultura que en estos parajes es vida.
Entre los bancales imposibles repartidos por las abruptas colinas que caen hacia el río Miño, Roberto Regal busca los mejores lugares donde llevar a cabo su proyecto y recupera otros antiguos viñedos, auténticos tesoros para el viticultor sensible al patrimonio natural que le rodea. Toalde, su buque insignia, es perfecto reflejo de su saber hacer, Un mencía natural, con el sabor de aquellos vinos tintos que ya hace siglos encandilaron a media Europa y aún hace más a Roma entera. Y como todo creador su abanico toca hasta 20 vinos cada año, todos honestos, todos equilibrados y notables o sobresalientes. O neno da Ponte, A raña, Papeiros e rabudos... todos contienen parte de ese amor y ese alma con el que cada año nos premia este meigo (brujo en gallego) de los caldos, para recordarnos de donde venimos y para alegrarnos cuando los bebemos.
Bó proveito
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