Español: La taza
llena los ojos alegra
Para los amantes
del vino gallego hay un objeto casi totémico en las siempre recomendables
tascas y tabernas que no debería pasar desapercibido; se trata de la taza o cunca, en gallego, que es un
recipiente de cerámica, por lo general de color blanco, (tono que da la arcilla
blanca o caolín) y que se sostiene con la mano abierta. En ellas aún se
escancian y beben los vinos jóvenes do país en muchos rincones de
Galicia.
El uso de la cunca
para beber vino se pierde en la noche de los tiempos y resulta difícil precisar
su origen. Uno de los posibles motivos de su empleo es que el vino del Ribeiro
(el original de la comarca con mayor historia vinícola de Galicia) contenía
gran cantidad de éteres volátiles que producían cefaleas y migrañas, y las
formas propias de la cunca favorecían su evaporación. En cualquier caso, los oleiros
y alfareiros, artesanos del barro y la cerámica las dividen en tres
tipos, basándose en tres características: calidad del barro, adorno y la
extensión del vidriado, y cuyas diferencias se corresponden con distintas
clases sociales. Así, la “cunca dos pobres” es la más antigua y está realizada
en barro escamentado o pardo y se vidria solamente por dentro. Después viene el
llamado “cunquelo”, una cunca de barro blanco pero lisa, y cuya superficie
plana exterior puede llevar dibujos esquemáticos de tipo floral y se asocia
tradicionalmente a las clases medias. Y por último, existe la “cunca dos ricos”
o “escudilla”, también de barro blanco, y siempre decorada con incisiones en la
superficie plana bajo el borde y que va vidriada por dentro y por fuera.
Uno de los usos de
la cunca en la propia bodega es servirse directamente de la pipa o
pipote (barril) de vino, y en caso de estar en una taberna las cuncas van
siempre asociadas a los xarros o xerros (jarras) objetos de la misma
manufactura que las cuncas. Aparte de los diferentes tamaños de los xarros,
existen dos grandes tipos. una de las jarras (la más lisa) era para ser usada a
diario, y la otra jarra, adornada con un
cordón circular con depresiones y ramitos ascendentes era la usada en los días
de fiesta, y conocida como la “xarra das festas”.
Pero más allá de
sus origenes, formas e historia, la cunca siempre será el icono perfecto de una
taberna gallega, una manera muy gallega, muy “xeitosa” de acariciar el vino.
¡Brindo con ella y
por ella!, Saúde!
Graciñas por la info!
ResponderEliminar